Sobrevolando el silencio
¡Pálido quedó en el tiempo
el rojo de tus mejillas!
Ya sólo anida la huella
de aquella linda belleza
y queda el vivo reflejo
de tu hermosura mujer.
Pero rezuma el cariño
de los ojos que te miran
y las manos que acarician
el pergamino en tu piel.
¡A borbotones se nota
el afecto que sintió!
Tu mente voló muy lejos
y no notas su presencia,
pero aquí sigue perenne
demostrándote su amor.
¡Yo que lo he visto en el parque…
de ternura me impregnó!
Aurora Arriaza
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